viernes, 16 de enero de 2009

EL ELEFANTE




Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. También a mí como a otros, después me enteré, me llamaba la atención el elefante. Durante la función, la enorme bestia hacía despliegue de su peso, tamaño y fuerza descomunal... pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo.
Sin embargo, la estaca era sólo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir.
El misterio es evidente:
¿Qué lo mantiene entonces?
¿Por qué no huye?
Cuando tenía cinco o seis años, yo todavía confiaba en la sabiduría de los grandes. Pregunté entonces a algún maestro, a algún padre, o a algún tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapa porque estaba amaestrado.
Hice entonces la pregunta obvia:
- Si está amaestrado ¿por qué lo encadenan?
No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente.
Con el tiempo me olvidé del misterio del elefante y la estaca... y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta.
Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta:
El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy, muy pequeño.
Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca.
Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo no pudo.
La estaca era ciertamente muy fuerte para él.
Juraría que se durmió agotado y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que le seguía...
Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a sus destino.
Este elefante enorme y poderoso, que vemos en el circo, no escapa porque cree --pobre-- que NO PUEDE.
El tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sintió poco después de nacer.
Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro.
Jamás... jamás... intentó poner a prueba su fuerza otra vez...
Vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad...
condicionados por el recuerdo de "no puedo"...
Tu única manera de saber, es intentar de nuevo poniendo en el intento
todo tu corazón...

Amigos siempre se puede.Solo hay que intentarlo,aunque sea muchas veces.Nadie debería tener cadenas que le impidan ser feliz,avanzar,disfrutar,gozar la vida.Ojalá seamos capaces de librarnos de todas nuestras estacas y sea más facil cumplir nuestros sueños.
Hasta luego.

26 comentarios:

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Hola, Silvia...

¿Cuántas estacas tendremos en nuestras vidas y nunca hemos tenido el valor de intentar arrancarlas..?

A veces dudamos de nuestras propias capacidades y nos negamos a romper las ataduras.

Aunque ésto puede ser una espada de doble filo, hay estacas que es mejor dejarlas en su lugar y actuar como el elefante.

Una entrada que nos deja mucho en que pensar.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

ojalá sintamos esa libertad pronto y cerca

un beso

Isold dijo...

Yo pienso que al animalito le hicieron mucho daño de pequeñito.
Luego pensó mas vale lo malo conocido que lo bueno por conocer,y dejó de luchar.
Besos

TEA CUP CLUB dijo...

Silvia estoy de acuerdo con Santi, ojala sintamos esa libertdad pronto y cerca.

Gracias por venir a tomar te con nosotras y que bueno que te gusto nuestro nuevo look, encontre un link donde tienen estas plantillas que estan preciosas y dije, bueno año nuevo, look nuevo!!!]

Te dejo un beso y gracias por ser constante con nosotros tus comentarios nos alimentan imaginablemente.

Te quiero

Veronica Villatoro
Fundadora Internacional

Caperucita dijo...

Tienes toda la razón, no hay nada peor que las cadenas y estacas que nos ponemos nosotros mismos y el miedo a seguir intentándolo.
Un abrazo.

Sol dijo...

Conocía el cuento, tiene una moraleja muy real. Vivimos encadenados a estacas que nuestra propia mente nos impone, sea por costumbre o comodidad. No nos animamos a asomarnos y descubrir cuántas cosas hermosa (y decepciones, también) hay un poquito más allá de lo que el largo de nuestro amarre nos permite recorrer..
Cariños!

Marysol Salval dijo...

A veces es tan dificil soltarse de las cadenas que nos tiene aprisionados: costumbre,ideologías,y tantas otros atavismos que están encriptados en nuestro ser. Ojalá podamos algun día soltarnos y así poder sentir el aire fresco que da la libertad.
Estupendo relato que nos lleva a la reflexión. Te dejo mi cariño como siempre.

Abuela Ciber dijo...

Es cierto se dice...nadie vence a un boxeador que pelea un round mas...

Gracias por visistarme, cariños

Paqui dijo...

Ojalá sintamos esa libertad y que el mundo pronto se sienta libre y sin ataduras.
Un besito

Pedro Estudillo dijo...

Hace algún tiempo utilicé ese mismo ejemplo en un post que hablaba sobre las creencias. Porque en eso consiste la fe, en creer a ciegas algo inculcado por otros desde nuestra niñez sin cuestionarlo una vez que llegamos a adultos.
Liberemos nuestras cadenas y decidamos por nosotros a qué estaca debemos arrimarnos, pero sin cadena.

Un beso.

aaaa dijo...

Hola Silvia, este cuento hace reflexionar en cuantas ataduras, y cuántos engaños, el camino hacia la libertad es un espejismo
bss

Carlos Felipe dijo...

Buen blog, buen trabajo. He accedido a través de Fernando...
Un saludo

Chela dijo...

Es verdad que a veces nos acostumbramos a nuestros males y no hacemos nada por eliminarlos de nuestra vida.
Aceptamos la rutina y nos reatraemos ante los esfuerzos que supone cambiar. Pero si somos valientes y experimentamos cambios necesarios y que mejoran nuestra situación, luego nos alegramos de hacerlo y nos preguntamos ¿por qué no lo habré hecho antes?

Un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

Hola Silvia!
Aqui estoy despues de unos dias de vacaciones, en donde nisiquiera tenian señal los telefonos! :D
gracias por publicar este texto, que nos ayude a reflexionar sobre las "estacas" de nuestras vidas, todo aquello que nos quita la libertad...
Un abrazo, gracias por tus visitas fieles!!

Isabel dijo...

Es cierto, a veces no lo intentamos porque creemos que no vamos a poder. Es una historia con una moraleja muy buena. Un beso Silvia

La Gata Coqueta dijo...

Si lo pensamos bien a cuantas estacas estamos amarrados nosotros?

Y no voy a empezar a para frasear y a qujarme pero lo estamos por muchas instituciones y un etc. etc.

Un abrazo y mejor no hablar y estar como el elefante por si las moscas.

Anónimo dijo...

todas las veces hay que intentarlo, hay que reconocer que no se puede vivir atado, porque asi no se vive, no podemos atarnos al pasado, ni tampoco crear el futuro.....solo el ahora quitando en ese "ahora y aquí" la estaca qu no nos deja avanzar... Marisa

Miguel González Aranda dijo...

Hola Silvia,

Que buen ejemplo para explicar las limitaciones humanas. Estamos totalmente encadenados y atrapados en lo "ya establecido" y nunca nos cuestionaremos muchos temas que nos pasarán, como decir...., despapercibidos.

Un saludo

KL@U dijo...

HOLA SIL MUY LINDO POST,SIEMPRE DEJANDO ENSEÑANZAS...TE DEJO UN ABRAZO GRANDE.

POSTEE FOTOS DE THIAGO ESPERE QUE PASES POR CASITA,JAJAJA!

HASTA PRONTO.

Le Fay ʚïɞ dijo...

q forma de describir la realidad... espero q pronto todos seamos libres....

m.eugènia creus-piqué dijo...

Que precioso este cuento Silvia,y que fondo más bueno tiene, me ha encantado ! Petonets.

Abuela Ciber dijo...

Gracias por visitarme, de a poco ire elevando sentires.

Cariños!!!!!!!!!!!!

Anónimo dijo...

Silvia, conoci esa historia hace poco tiempo, una persona que me quiere mucho, me la regalo para que me animara a arrancar la estaca, y...esta funcionando. siempre recuerdo esta historia, para darme animos. Hay que animarse !! JEZ.

Anónimo dijo...

¡Qué grandes consejos! Hay que romper las cadenas, claro que sí. Tus palabras marcan hoy el camino. Me vino genial leerte. Un beso enorme, amiga y que te vaya bonito. Hasta pronto.

Estela dijo...

bonita historia, yo estoy a régimen por millonésima vez en mi vida, a ver si esta lo consigo. besitos.

Marina Judith Landau dijo...

Gracias, gracias, gracias!!! Qué hermoso mensaje!!! Así es, se puede, y está en nosotros descubrir esas cadenas para romperlas. Yo me doy cuenta de que me sorprendo a veces pensando en negativo e impidiéndome a mí misma realizar algo, y todo lo que aún tengo que aprender y descubrir para vivir realmente libre.
Este cuento es clarísimo, y espero que a todos nos ayude a ser felices y creer más en nosotros mismos.
Un abrazo grande, te deseo mucha felicidad.